Divagación de uno rondando algo demasiado complejo para ese uno. Un relato de Karl Kirchen

Y llegará el momento en que nos redima a todos.
Mas ahora...
Aún así me imagino el final y será apoteósico.
Todos y vosotros estaréis allí,
y yo os miraré a los ojos y comprenderé al fin el porqué.
Pero ahora no puedo con mi parpadear,
inducido por esos pajarillos que me cantan a vislumbrar
y comprender un poco más.
No, no puedo, lo admito.
Es un querer y no poder, mi inteligencia me lo impide,
todo esa Mierda imbuida en mí a través de estos años,
sufrimientos incompletos de la Nada,
tendrán que transportarme hasta el final del sendero oteado ya muchas, demasiadas veces.
No sé si podré.
No quiero caer en la tentación del pusilánime.
De nuevo.
Tómame y acaba con esto Destino
que un día de éstos Sino
acabaré muy mal.
Tan mal como ahora.
Como siempre.
No puedo, y además no quiero.
Dum-dum. Dum-dum. Dumdumdum. Dumdumdumdum. Dumdumdumdumdumdumdumdumdumdumdumdumdumdumdumdumdumdumdumdumdum-dum...