Sum Pater


1. Supe del dolor una noche. Era verano. Había estado corriendo en serio por primera vez con vistas a prepararme para la vida. La primera de las lecciones que tuve que aprender fueron los calambres.

2. Del mejor amigo la mayor pedrada.

3. Viendo lo que ocurría en devenires tales a los míos decidí encontrarme con el Absoluto y explicarle algunas cosas, más que preguntar.

4. Hola.

5. Mi soberbia fue correspondida con el don de la visión temporal.

6. La mejor de las lecciones sin pretenderla. Ahí una clave.

7. Por supuesto que había pegas.

8. Acabé por encontrarme en otro cielo de varias cavidades que debían obrar en mi propiedad, según yo. Que conociera el desenlace a mi pensamiento se le antojó inexplicable como es de suponer.

9. No hay forma de evitar la multiplicidad de los ciclos. Comprendilo cuando acudí de nuevo a Él y me dijo: Adiós.

10. Tiempo que pasa.

11. Me angustia pensar que el dolor se herede. Procedo de inmediato con la castración manual.

12. Mi hijo será más feliz que yo.