Motivationsforschung, Hans Magnus Enzensberger, en versión de J. L. Reina Palazón en: Historia de las nubes, La poesía, señor hidalgo, Barcelona, 2005


Investigación de motivación



Siento que no me queda otra cosa que mataros,

□porque os negáis a hablar vasco
□porque el banco me ha bloqueado el crédito en la cuenta al descubierto
□por papá
□porque no puedo soportar las miradas de mujeres sin velo
□porque los ricos me hinchan las pelotas
□por el amor de Dios
□porque no me dais ningún dinero para la próxima inyección
□porque no sois bastante católicos / sois demasiado católicos
□porque me siento ofendido
□por mamá
□porque siempre me miráis tan raro
□porque en el examen he puesto la cruz en la falsa casilla y me han suspendido
□porque oigo voces
□porque sí. Simplemente.

Gracias por vuestra comprensión.

(¡Señalar, por favor, lo adecuado antes de que suceda!)






Nota:
Permítasele a Leo del Mar, gracias, aportar una versión alternativa a la última oración sin oportunidad de contrastación:


(¡Marcar lo correspondiente, por favor, antes de la acción!)

De la glosa la lalia descoma

Soñé con la sintaxis hecha tripas hasta donde pude.
No digería nada en prosa, descomputaba; llovía excedentes.
El tracto era fino a pesar de lo pasado por agua
del hueco del hambre.
Sin fatiga.
Duodenalmente extraño la pasión de las palabras, en ocasiones,
de las veraces.

Hice llamas con fósforo por donde no se oye,
y luego por allí, un héroe de lo logosferipédico.
Aguante. Los sulfatos al ataque.
Eres como le Vian, líquido torrencial sanador.
Sanador, sanador, ¿a dónde vas veteado sanador?
Ullán marcaba los límites del poema en el, sediento, eso sí, azar,
pero tanta sed no tengo, ni hambre ya.

Cuando ni siquiera éramos felices. Descansa Michael, descansa.

Una, con fines sociológicos, fallida aproximación socrática a un individuo

... , ¿y qué me dicen de ese señor, que apenas tiene canas, por la calvicie, y de su barriga, cuando recorre al pleno sol el paseo de la playa destrozándose lo que le pueda quedar de ligamentos y tendones, a rebufo de sus pasos cortitos mientras es rebasado por jóvenes vigorosos?
Sin camiseta, el abundante vello de por todo su gordo torso alisado por la anegación procedente de sus poros, también por donde esas canillas que inverosímilmente lo hacen avanzar; con los ojos en blanco sobre el cuello de toro incapaz de dominar las cabezadas regulares ni con el antinatural braceo.
Y esa amorfa sombra suya siempre por delante.
¿Qué perseguirá?
¿Recuperar la forma en su camino?
¿Estirar su decadencia, sexual, por ejemplo?
¿Alcanzar la meta aún más pronto?
Se desconocen las motivaciones de la gente hasta que se les pregunta por ellas.
Este me contestó lo siguiente:
“Corro porque me da la gana, idiota.”
Y se fue corriendo.

Sí, él era, y esto es, necesario. Incluso en este estúpido blog.

De este País


Juan G. Bedoya 19/06/2009


"Hay personas que no deberían morir, porque son valiosas, porque son amadas, porque son únicas". Esto es lo que escribió en marzo pasado Padre Ángel desde Anantapur, al sur de la India, a donde había acudido apresuradamente porque le habían dicho que Vicente Ferrer se estaba muriendo deprisa. El padre Ángel García, el sacerdote católico diocesano fundador de Mensajeros de la Paz, estuvo unas horas con Ferrer y envió a sus amigos un mensaje de consolación, por correo electrónico. Era una hermosa y emocionante oración fúnebre. Vicente Ferrer había colmado ya los 88 años (en abril pasado cumplió 89), y llevaba años sufriendo una pésima salud de hierro. El último incidente era una embolia, la pasada Navidad. Parecía irreversible. Pero el padre Ángel, él mismo muy enfermo, resistente por encima de lo humano, mandaba también una señal de esperanza, como si diera por sentado que hay personas tan necesarias que deben ser respetadas de modo especial por la muerte. Recordaba un piropo a un torero, una tarde en Andalucía: "Maestro, no te mueras nunca". Era lo que aquel día, ante las noticias de la lenta agonía del padre Ferrer, estaban gritando, corazón adentro, cientos de miles de personas en España, en la India, en todo el mundo: "Vicente, no te mueras nunca. Y va a ser cierto", se consolaba el Padre Ángel. No ha sido posible. Ferrer ha muerto esta madrugada a la 1.15 (hora española) en su casa en Anantapur (India).

Hay religiosos cuya sola existencia hace disculpar las muchas desgracias y atrocidades que han causado a la humanidad las religiones de uno u otro signo. El jesuita Vicente Ferrer es uno de ellos. Como pronosticó desde la India el padre Ángel, "Vicente Ferrer no va a morir nunca. Le suban o no a los altares, a Vicente Ferrer, que fue un santo en vida, le espera la Gloria. No la gloria mundana, que su exquisita sencillez siempre quiso evitar, sino la verdadera, la buena, la definitiva". Es la esperanza de un creyente. Entre mundanos, Vicente Ferrer seguirá vivo, sobre todo, entre los pobres de solemnidad a los que ayudó de todas las maneras posibles en Anantapur, una zona rural en los desiertos del sur de la India. Su inmortalidad son los hospitales, escuelas, casas, pozos, caminos, etcétera que levantó con un tesón sobrehumano en cientos de comunidades y pueblos. Suya es, además, la inmortalidad de un ejemplo universal de la mejor filantropía.

Cuando hace unos meses El Periódico de Cataluña eligió a Vicente Ferrer Catalán del Año 2008, el anuncio festivo de la noticia se hizo con una canción de Sopa de Cabra interpretada por Gerard Quintana y Eva Amaral. "Vam deixar-ho tot / el cor encés pel món". Eso es lo que había hecho cincuenta años antes Ferrer: abandonarlo todo y lanzarse al mundo con el corazón encendido. En ese medio siglo, el famoso cooperante barcelonés ha cambiado la vida de cientos de miles de desposeídos y se erigió en un referente internacional del trabajo humanitario. Entre los muchos premios y distinciones que recibió destaca el Príncipe de Asturias de la Concordia, en 1998.

La biografía de Vicente Ferrer es impresionante, novelesca. Hay varios libros que lo atestiguan. El primero lo escribió Alberto Oliveras, con el título La revolución silenciosa. Oliveras fue el alma de un programa de radio emitido por la Cadena Ser entre 1960 y 1977, los miércoles a las diez y media de la noche. Se llamaba Ustedes son formidables. Era un instrumento magnífico para llamar a la solidaridad ciudadana ante situaciones dramáticas, cotidianas o excepcionales. El programa marcó una época y Vicente Ferrer fue muchas veces protagonista. De entonces acá han llovido más libros, uno del propio Ferrer, titulado El encuentro con la realidad. El último es de hace apenas un año, firmado por Anna Ferrer y editado por Espasa con el título Un pacto de amor. Mi vida junto a Vicente Ferrer.

En realidad, Anna Ferrer se llama Anna Perry, nacida en 1947 en Essex, al sureste de Gran Bretaña. Reportera de la revista Current, un día le encargaron un reportaje sobre el jesuita cooperante español. Meses después decidió volver a su lado, como una trabajadora más. Acabó casándose con el jesuita español, en una boda cuya noticia dio la vuelta al mundo. Tienen tres hijos. Cuando le preguntaban cómo pudo construir tantos proyectos desde la nada, Vicente Ferrer, bajito y delgado, vestido siempre con una camisa de color caqui, unos pantalones de algodón y una sencillas sandalias, solía contar la reacción de una persona a la que le describió el personal y la organización que lo acompañaba. Incluyó a su mujer. "Es inglesa", precisó Ferrer. "¡Claro, eso lo explica todo! ¡El latino y la sajona!", sentenció el curioso.

Ferrer nació en Barcelona el 9 de abril de 1920. No era buena fecha para venir al mundo en España. Debió pensarlo un jovencísimo Vicente Ferrer el día en que, a los 16 años, pidió el carné del POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista). Pronto fue llamado a filas para luchar en la guerra incivil que desató en el verano de 1936 un golpe militar nacionalcatólico. Le tocó batallar en el Ebro en 1938. En la retirada del ejército vencido hacia Francia, tras la caída del frente de Cataluña, Ferrer fue internado en el campo de concentración de Argelès-sur-Mer. No había cometido delito alguno, salvo el ser joven y revolucionario, pero fue entregado por las autoridades francesas a las franquistas en Hendaya, e internado en el campo de concentración de Betanzos. Allí pasó lo que quedaba de 1939. Liberado, tuvo que cumplir de nuevo el servicio militar: en total siete años de movilización contando los años de guerra, la reclusión en los campos de castigo y de nuevo el servicio militar. Pese a todo, conservó las ganas de luchar. En 1944 abandonó sus estudios de Derecho y se hizo jesuita, con la idea de "ayudar a los demás".

En 1952 es enviado a Mumbai como misionero para completar su formación espiritual. Es su primer contacto con la India. Ya no paró de trabajar para erradicar el sufrimiento de los más pobres de ese país. Muchas veces, su labor generó suspicacias entre los dirigentes políticos, aún mayores entre los mandamases de la Compañía de Jesús. No lo expulsaron de la congregación, pero sí de la India. Treinta mil campesinos, secundados por intelectuales, políticos y líderes religiosos, se movilizaron en una marcha de 250 kilómetros para protestar. La primera ministra Indira Gandhi intervino con una solución salomónica. Ferrer se marcharía a Europa para "unas cortas vacaciones", y sería bien recibido de vuelta otra vez en la India siempre que cambiase de lugar de residencia. Ocurrió en 1968.

Vicente Ferrer regresó a España. Pronto, Indira Gandhi se preocupa por su tardanza en volver. "¿Por qué no está aquí ya?", preguntó a los amigos del tozudo y providencial misionero. Lo hizo casi un años después, en 1969, y se instaló en Anantapur (Andhra Pradesh), uno de los distritos más pobres del país. Ese mismo año dejó la Compañía de Jesús y creó, junto a quien será su esposa unos meses más tarde, la Fundación Vicente Ferrer. Hoy gestionan cinco hospitales y cientos de escuelas, levantados con las donaciones de 130.000 padrinos. Cuando faltaba dinero (es decir, casi siempre), Vicente Ferrer siempre encontraba a alguien -persona física o institución- que le solucionada in extremis sus apreturas financieras. También llevó adelante miles de programas de ayudas a agricultores para dotar de agua sus poblados y de créditos sus actividades. Es el imperio de la cooperación, una tarea impresionante incluso para quienes, como el asturiano Padre Ángel, están siguiendo sus pasos con tesón y bondad increíbles. En definitiva, con Vicente Ferrer desaparece un filántropo gigantesco y un español universal (permítase ahora tópico tan conveniente).

Del sexo oral previo al anal

Llórame la vencida al aire tan tenue
Falaz la piel al bello responso
de esmaltes por bocado y diente

La vida a través;
la esencia del agua en sus comisuras
(entre las trémulas columnas, Sansón)

Bebo la pura e impoluta ofrenda
Regurgito el sediento maná desde el limbo
y lo arrojo devuelto a la esfinge que invierte su posición de ataque

Escritor en paro se ofrece como traductor

En esta era de ERE's el ser escribiente Leo del Mar también debe procurarse alimento, de la más abyecta y vil manera opinarán algunos, y si para ello ha de arrastrar por los suelos a cualquier prohombre de las letras hispánicas, maricón o no, lo hará sin dudar.
He ahí la causa, no más que buscando de satisfacer sus necesidades primarias, sin duda, puesto que no hay en él más afán que el imprescindible de subsistir, tras los innumerables ofrecimientos como traductor o intérprete que recibirá a partir de este momento de parte de poetas y escritores de toda índole, y /o de sus albaceas, por la que en esta bitácora Leo del Mar invalida la poética traductora germánica de Luis Cernuda, que eso del Sturm und Drang lo dejaba para otros menesteres más varoniles, con un pequeño botón, muestra de esa sin par maestría suya en el manejo de la lengua alemana, logrando acercarse tanto al espíritu como a la fuerza, virtudes exponenciales, sin duda, de los pueblos teutones, alcanzada por el poema original, en su propia versión castellanizada que aquí les ofrece.
Comenzará el lírico muerto en Tubinga, proseguirá el pobre intento de Cernuda, que, por si la opinión de este humilde escribidor que a ustedes se dirige no es suficiente también es compartida por Juan Bonilla en El Mundo, (Bonilla dice textualmente "el Cernuda de Hölderlin se parece más a Cernuda que al Hölderlin que hemos leído en otras traducciones más fiables que la del poeta sevillano" e independientemente de haber llegado a la misma conclusión por diferentes vías les recuerdo aquí por simple gusto intelectual) y, finalmente, Leo del Mar culminará esta entrada con su propia versión, hoy, desde Gijón.
Les dejo unas palabras premonitoras al respecto de esta entrada de boca del propio Leo del Mar:
"No hay de qué. De uno en uno, por favor, un poco de respeto."




An die Parzen
Nur Einen Sommer gönnt, ihr Gewaltigen!
Und einen Herbst zu reifem Gesange mir,
Daß williger mein Herz, vom süßen
Spiele gesättiget, dann mir sterbe.

Die Seele, der im Leben ihr göttlich Recht
Nicht ward, sie ruht auch drunten im Orkus nicht;
Doch ist mir einst das Heil'ge, das am
Herzen mir liegt, das Gedicht, gelungen,

Willkommen dann, o Stille der Schattenwelt!
Zufrieden bin ich, wenn auch mein Saitenspiel
Mich nicht hinab geleitet; Einmal
Lebt ich, wie Götter, und mehr bedarfs nicht.

Friedrich Hölderlin, copiado de aquí.




A las parcas
Sólo un verano me otorgáis, vosotras las poderosas;
y un otoño para dar madurez al canto,
para que mi corazón, más obediente,
del dulce juego harto se me muera.

El alma no obtuvo en vida derecho
divino, tampoco abajo descansa en el Orco;
pero si un día alcanzo lo sagrado, aquello
que es caro a mi corazón, el poema,
bien venido entonces, oh silencio del reino de las sombras.

Contento estaré, aunque mi lira
allí no me acompañe; por una vez
habré vivido como un dios, y más no hace falta.

Versión de "A las parcas": Luis Cernuda, La mejor poesía, Colección Anesa, ordenada por Héctor Yánover, Editorial Crea S.A., Buenos Aires, 1979. Datos obtenidos de aquí, que conste



A las parcas
Concedéis un solo verano, ¡violentas!
Y un otoño para madurar el canto,
Que más voluntarioso mi corazón, del dulce
juego hartado, se me muera.

El alma, que en vida su divino derecho
No tuvo, tampoco debajo en el Orco para.
Mas una vez lo sagrado, lo que
Se me apega al corazón, el poema, logrado,

Bienvenido entonces, oh, quietud del reino sombrío.
Satisfecho quedo, si bien mi lira
No me guía hacia abajo; por una vez
Viví, como los dioses, y más no se necesita.

Un poema de David González. Poeta.

MALDITO


en la india

las vacas
son
animales sagrados

en la india

los tigres
son
animales sagrados

y de hecho
hasta que no asesinan
a unas siete
u ocho personas
no se decide
salir a darles
caza
y muerte

en la india

me temo
todos o casi todos
los animales

incluso las ratas

son
sagrados

todos
excepto uno


David González (poeta), Loser, Bartleby Editores, 2009

D. D. Palmer

Todos los cuerpos en las manos.
Apretar.

La agenda de mañana, viernes 12, deberá incluir forzosamente el acontecimiento histórico-literario de Avilés, he dicho

De Más palabras para olvidar:

Presentación en palacio de Elogio del proxeneta

Pongo en tu conocimiento que el próximo viernes día 12 de junio, a las 20 horas, tendrá lugar en Avilés, en el Palacio de Valdecarzana (zona Ayuntamiento) y en rigurosa primicia mundial, la presentación del libro "Elogio del proxeneta" publicado recientemente en Madrid por Ediciones Escalera en su colección Trayectos. Intervendrán Fernando del Busto, periodista, Leopoldo Sánchez Torre, profesor de la Universidad de Oviedo, y M. J. Romero, escritora. Scarlett Johansson, si consigue hacerse con un hueco en su agenda y se le arregla acercarse, pronunciará también unas palabras en el acto. Por último, me consta que aquejado de una inoportuna gripe porcina, al autor no se le permitirá asistir al evento. Ni falta que hace.

Es más que seguro que al finalizar el sarao, siempre y cuando se ocupen más de cinco sillas del aforo, que lo dudo, se llevará a cabo una degustación del afamado percebe candasín y de la no menos aclamada parrochina de Luanco, regado todo ello con espumosa y abundante sidra de la comarca. Entre los más ruidosos se rifarán profilácticos, peluches, zapatos de tacón, misales, Cohibas, tenedores...

Elogín de LA CRÓNICA DE LEÓN

Mal copiado de aquí.


LITERATURA / Novedad
Una vida contada en zapatillas

El poeta Luis M. Rabanal realiza su primera incursión en la prosa con una parodia de los diarios


El poeta nacido en Riello en la actualidad. AMANDO CASADO

Fulgencio Fernández / León
Luis Miguel Rabanal, omañés de Riello, siempre sorprende, para bien. Sorprendió como poeta con una voz bella y diferente en su irrupción en el panorama literario leonés en los años 70 y 80. Y sigue sorprendiendo, como lo acaba de hacer con su primera incursión en el mundo de la narrativa, un volumen de título sorprendente: ‘Elogio del proxeneta’, una profesión que parecía condenada a que nadie la elogiara jamás, aunque el título de Rabanal esconde mucha ironía, como las explicaciones al mismo. “No es muy normal hoy en día comprobar cómo nuestros prohombres -léase: militares, eclesiásticos, banqueros o mismamente los políticos- piden disculpas por sus muchos errores y delitos y desmanes. Mi proxeneta no tiene reparos en pedir perdón por los suyos en un par de ocasiones. Así y todo, si algo tuviese que elogiarle al pobre, digamos que podría ser su enorme humanidad, más o menos parecida a la de cualquiera, por cierto”.
Este libro nació como blog, fueron apareciendo sus textos en este espacio en la Red de Luis Miguel Rabanal, uno de los puntos de contacto con el mundo desde que “a finales de 1997, debido a la tetraplejia producida por un derrumbe doméstico, es usuario de una bonita silla de ruedas. Así y todo, y con dolores, continúa escribiendo, (si hasta el célebre programa de voz con que está dictando texto se pregunta cómo lo consigue). Se conoce que hace poco que dejó de fumar y que es bastante cabezota”, según cuenta él mismo en su biografía. Aquellos textos eran “una parodia de ciertos textos diarísticos que yo por aquellos años frecuentaba. El verdadero origen fue un divertimento para uso privado que pronto dejó de serlo cuando intervinieron algunos fisgones demasiado próximos... Alguien se lo llevó corriendo a un editor leonés que enseguida decidió ponerse manos a la obra y al final, como no podía ser de otra forma, claro, no se publicó”.
En 1997 nació el ‘elogio’. Estuvo a punto de publicarse en un par de ocasiones y ahora lo ha hecho en Ediciones Escalera. Un libro con formato de diario, irreverente, en el que el socialmente denostado proxeneta llega a tener hasta un punto de ternura. “El protagonista quiere ser metáfora o símbolo o como se quiera llamar de algo que no es únicamente la ocupación denostada del chuloputas. Lo demás forma parte consciente e inconsciente de la historia. Hay unos personajes que se comportan de manera determinada, unas situaciones más o menos verosímiles, la vida que se va anotando en un cuaderno pese a quien pese. La vida contada en zapatillas, vaya, y poco más”.
El omañés asegura que este libro le ha permitido jugar a un doble lenguaje, “mi escritura puede ser extremadamente poética cuando es preciso y cuando no, grosera o mordaz, digo yo”, algo que ha puesto al servicio de un libro diferente en el que, reconoce, “me ha dejado más de dos años sin escribir un solo poema, tal ha sido el agobio producido por Elogio del proxeneta”. Bien es cierto que los blogs ‘amigos’ siguen siendo su cordón umbilical con el mundo.

Lo que no escribí el viernes pasado (actividades culturales)

En otros tiempos las islas de posibilidades que hubiera hundido en mí el tener enfrente a Nacho Vigalondo (bien, gracias, salao) y Joaquín Reyes (gracias a Dios aún quedan gentes de provincias) escoltando a Jordi Costa mientras este último se pone voluntariamente en evidencia, ignoro si con ironía, tratando de justificar, teorizando, la risible acuñación de un nuevo término con prefijo antiguo modernizado (a saber: post-humor; alter titulum: “Lo que faltaba”. Sisplau Don Jordi, sisplau) que como dijo una asistente en el turno de preguntas no tiene mucho de nuevo una vez te tomas la molestia de, no ya de leer, bastaría con evocar, La Celestina, serían inconmensurables, pero no, parece que no estoy por la labor, y que una señora, borracha como Asturias y desquiciada como todos deberíamos estar, previa a esa mesa redonda, acompañada de su hijo adolescente (inenarrable el poema que vi en su cara cuando cruzó su mirada, justificadora de todos los parricidios del mundo, tras la espantada de su madre, con la mía), exhortara a voces a una jovenzuela alegre y vivaz cacareadora a que se callara, “¿quies parar de hablar ya, chavalina?”, le dijo, y algo similar pero peor sonante, la segunda vez, antes de abandonar airadísima la sala, provocara las risas de la audiencia, que, dadas las características públicas del invitado estrella Joaquín Reyes, supongo que fue por esa predisposición, creyó que formaba parte del espectáculo, también, en otras circunstancias anímicas de mi ser, hubiera dado para varios posts (aquí utilizo el plural de post como anglicismo para lo que llamamos entrada o aporte en el mundo internetero, que conste, esto no es un post poético, ni mucho menos), pero ya digo que no hay manera.
Estoy así como hasta la polla. ¿Será porque hace tiempo que no me la tocan?
¿O porque el puto David Carradine se ha muerto de manera tan parecida a un personaje de una ya ex-futura especie de proyecto de novela mía?
Leo Quo vadis, en serio, ¿quo vadis?

(Los) CULPABLES de Aldo Luis Novelli

Culpables

El mundo está destruido
y yo he descubierto a los culpables.

Los culpables son ustedes
sí ustedes/ poetas/ o lo que es peor: lectores de poesía/
no me miren con esa expresión violenta en los ojos
ya hay demasiada violencia en el mundo/
sean comprensivos por un momento
dejen esa excelsa vanidad de artista a un lado.

Ustedes escribieron tantas palabras de amor
crearon tantos campos verdes avasallados de flores
extasiados de incontables soles/
que el mundo se tornó gris
humeante de metralla y muerte
desquiciado de poder y ambición.

¡Vamos poetas!
hagámonos cargo de la parte que nos toca/
esas incontables noches que hablamos con dios
no le avisamos nada
hasta lo distrajimos con muestras dudas existenciales/
mientras ellos
sin pausa y con esmero
construían la maquinaria infernal
que destruiría el mundo.

Aldo Luis Novelli

Patético en mí

Me encantaría desgraciar a todo el mundo. Tener el poder de con una sola mirada exponerlos frente a una infranqueable proyección verdadera de sí mismos para rodearlos, mientras sollozan, con mis brazos, y decirles, ved lo que sois, y consolarlos desde mi magnanimidad recalcando que, es aún peor para mí que lo veo todo aun cuando no sois conscientes. Sufro plenamente pero no me permito mi propia exposición, eso les diría también, con lágrimas en los ojos, y así, como yo, deberíais haber sido, también, pero por vuestra desgracia, solamente descubierta por mí, no lo sois, no, no lo sois. Vuestros hijos son y serán como vosotros, proseguiría, y ya no estáis a tiempo, lo siento, y que lo único que os resta, les diría, es mostrar algo, una pizca de entereza, ahora que os he mostrado tal cual sois, y continuar vuestro camino en la sapiencia de lo abyectos que sois, de la misma manera en que habéis sido hasta ahora, asumiendo que la oscura sombra siempre os acompaña, continuaría, y por tanto debéis seguir siendo tan abyectos y despreciables como hasta ahora habéis sido de abyectos, despreciables e indignos, y no trateís de emularme, como ya les hubiera dicho antes, les diría, o seguirme en mis pasos o manteneros a flote a medio metro sobre el mugriento terreno total como hago yo, que cada uno tiene su papel y a vosotros os toca berrear, unidades de rebaño sin pastor, por definición, ya casi finalizando diría, pues mi grito, el más poderoso que jamás oiréis, es mío y sólo mío, les diría, como dije, a todos y cada uno de este mundo, en días como hoy, les digo, qué les diría.