Bucles sagrados por eternos



Vine aquí a decir
que no vine a decir
algo que no se haya dicho ya.

Estoy, por así decir,
de paso, como otros, como todos.

Vivo una vida mejor
y peor que otras vidas.

Hay algo, sin duda,
diferente en mí, al igual que en ti,
pero no incumbe a nadie más que a mí.

Verdad es todo lo que se crea.
Y tus caricias
aunque sólo destruyan,
como mis mentiras, son verdad,
como la poesía.


Back to the beats


Bien, bien, bien, estamos aquí Leo, su propio amor, yo y el otro. Desde el infinito roto y nuevo, a ritmo del diapasón que mando sentir, mezclando a tres platos con una mano. Yep, yep, bip, bip. Bien, de nuevo comenzamos, distorsionados como otros pero distintos al igual que todos. Sí, no hay manera de, no hay manera de, no. Toses, carraspeos, ¿quién iba a decir que hoy volvería Leo? Bum, bum, tu corazón. Bum puede ser un trasero, tú meneo yo bien gustar (de gustar). Y abajo habrá perros más andaluces que otros seguro diría él, el salvador de esta alma magna cua-cua-cuasi sincopada. Ven, deslízate por lo que suelta el aura de arcángel, ese maná de las flores iridisc... Hmmm, me lo pienso mejor y sigo aquí, se nota, las notas, el timbre, las notas y lo que traen esos hombres en su saco, toca, boca. Pitch arriba ya, venga que esto no decaiga-rá, que venga Julián Ríos ya a mortificacarear. Estamos en una nube de comer, de las que no se pueden ver. Sosténganlo arriba, amigos, prosíguelo tú que a mí no me da el gusto para tanto gato que habrá en el. Y hablando de lo que hay arriba, cómo mantendrá un corazón a tantas mentes es una pregunta igualmente encantado.