Animaladas de compañía

Una vez tuve un jámster
al que quería tanto
que lo reventé (a comer).

Otra vez tuve un pez.
Se murió ahogado (extra aqua)
porque lo olvidé.

Hace poco mi gato destripó.
Se fue hacia un coche,
y allí debajo quedó.

Pero mi perico, no,
ni antes ni ahora,
me abandonó.

(que no, que no, que no se va,
ahí se queda y ahí estará,
lálala lálalara)