Gracias Esperanza

Otra vez está el tipo éste ahí sentado. Me esforzaré. Como siempre. A ver si se le escapa un gracias.
Parece mentira, ni que necesitara su peloteo, yo, que me he deslomado por tres iguales que éste, hasta que sacaran sus carreritas y luego nada, a seguir poniéndoles de comer cada domingo.
Y enseguida el borrachín del padre va y se muere.
¡Hala, a volver a limpiar!
Para una empresa de ésas. Tenía que haberle hecho caso a mi padre: quería que fuera maestra. Pero no, tuve que quedarme preñada del Paco.
Por lo menos ya apenas tengo que hacer en casa.
De críos sí que me alegraban. ¿Y los domingos?
Me iban a por el pan y comíamos todos juntos. Ni lavaba los platos.
"¿Le molesto señora?"
"No, no, tranquilo, quédese ahí."
Tú dale a las teclas. No apartes los pies, ya me arrodillo yo. Mi Joaquín ya es jefe de un despacho como el tuyo y seguro que es más joven. Si me molesta dice. ¿Qué ceno esta noche?.
Luego llamo a la cría a ver cómo va con lo suyo.
A los 25, ¿para qué tantos estudios? Hoy en día esperan hasta los 35 o más. Ese chaval no me convence, verás: otra tonta.
"Por favor, cuidado con esos papeles.""Ay, disculpe señor Sánchez. Sólo quería ordenarlos un poco."
Vaya, si hasta me levanta la voz. Si es que...
Cómo se entere mi pequeño seguro que me dice que deje de limpiar por cuatro duros. Ni que él fuera a mantenerme. Al menos me llama y viene a comer de vez en cuando por su cuenta o con alguna de sus novias.
¡Qué guapas que son siempre! La última ha repetido dos, no, tres veces ya. Si es que es muy guapo y ahora también con un buen puesto, pues se lo rifan. Normal.
Ya podía haberme buscado algo así yo.
Eras trabajador por lo menos. ¿Qué calores me hacías pasar, eh Paco? Hasta el segundo fue bien todo aquello, pero después nada de nada o peor que nada. Tú, venga al bar y yo en la casa con los críos. ¡Ay, Paco! Podías haber aguantado unos añitos más. Y siempre fumando. No pudiste. Lo raro es que no me mataras también.
Bueno, un repasito a la puerta y lista, que va siendo hora.
"He terminado señor Sánchez.¡Que tenga una buena tarde!"
"Gracias Esperanza."
A veces me figuro lo que pensará mientras estoy en la oficina.