NueVos antónimos (anyway, NV is not dead yet)

Hay antónimos con menos grados de separación entre ellos que otros antónimos entre sí, por supuesto. A cualquier humano de inteligencia convencional todo y nada se le diferenciarán más que mucho y poco, por señalar un ejemplo conciso. Sin embargo, y empleando estos mismos modelos, hay quien se confunde.
El pasado sábado 1º de agosto, enmarcado en el reducido Low Cost Festival de Alicante que como cabeza de cartel en su segundo día tuvo no a Vetusta Morla sino a Juliette Lewis sin The Licks, de cuyos berrinches, no por berridos, aquí no osaremos hablar, a Ignacio González Vegas (Gijón, 1974) junto a su banda habitual, excepción hecha de Xel Pereda (imperdonable y premonitoria ausencia), la conclusión expuesta al principio de este artículo debió habérsele revelado ya tras los primeros acordes en grado sumo, como en esa fracción de segundo de lucidez postrera a su decapitación a San Juan Bautista le pareció que no existía Dios, si creó a Salomé, aunque luego llegaría Caravaggio que hubiera hecho dudar al mismísimo buenazo de San JB en tal momento.
Un festival, con rígidos horarios, estrellitas americanas, y al aire libre, no es el hábitat natural de Nacho Vegas & his boys, ni lo será nunca. Va contra natura, simplemente. Un set limitado a diez canciones, de las cuales un par de ellas fueron presentaciones en palacio en el recinto de la Volvo Ocean Race, donde por cierto las colas para ir al baño eran mayores que en el descanso de un partido de Champions en el Bernabéu y eso que estamos hablando de unos dos mil asistentes, inevitablemente será insuficiente aunque deleite con clásicos de siempre como Gang-Bang o la final, no hubo bises, El hombre que casi conoció a Michi Panero (recomiendo la lectura de la novela Los últimos días de Michi Panero de Miguel Barrero en este punto, creo que procede), o instantáneos como Morir o matar, esta última a expresa petición del núcleo duro de la parroquia, y en la cual, a medias entre el despecho por tener que modificar el guión y su proverbial socarronería resguardada por su impostada timidez, coló un fraseo marca de la casa.
A Nacho Vegas siempre se le ha de exigir todo aunque no se le facilite nada, aparte de un buen puñado de euros, por parte de la parte contratante, y valga para esta afirmación la cosificación en ese humo artificial que tuvieron a bien en apagar a tiempo antes de una espantá que por otro lado tampoco hubiera degenerado en revuelta visto el perfil de los asistentes y de lo poco memorable de la actuación.
NV desde hace años es mucho, casi todo, en la patria musical y no debería permitirse ciertos lujos. O se ofrece todo, o no se ofrece nada. Poco no es antónimo, ni sinónimo, claro, de todo, señor G.



*Esta imagen corresponde a la segunda mitad de la fila para ir al aseo. La fila se mantuvo homogénea desde que llegué hasta que me fui. Por descontado, oriné donde me dio la gana.

2 espiraciones

  1. Anónimo Says:

    Yo creo que Nacho Vegas es grande siempre, lo dé todo o no dé nada. Claro que yo no soy objetivo.
    Un abrazo:
    JLP

  2. Leo del Mar Says:

    NV es inmenso, inabarcable, pero este concierto no pasará a su antología personal. Este tipo de festivales puede ser muy castrante para los artistas y frustrante para quien expresamente asiste por ver en acción a uno de sus tótems.
    Devuelvo el abrazo.