Langui primo, este es tu momento
los reyes del esperpento
glorifican hoy tu nacimiento.
Tú, Antón y LaDako desde el Panben
enseñadle hoy al mundo el hermoso y pateado gran bullamen.
Cientos y miles de yos y de yos
oídos, gritados en pos de nosotros
los quinquis, los raros, aquellos, los malos,
los desheredados en estos no pagos,
donde tachan las faltas los menos indicados.
Tú no vuelas alto, tú vas hacia el cielo
en que habitan estrellas que no se rellenan
sus dos mamellas o sus polleras.
Con rimas y sin o con papeles
tú bordas tus frases como Frank en Desfase.
Te olvidarán pronto, renegarán esos tontos,
y qué más da ya;
lo mejor de lo suyo en sus morros
es lo peor de lo tuyo en tus forros.
Bendito ese pan que le traes a tu hijo,
bendito ese pan que le traes a tu hijo.
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