"De momento van diez. Dicen que hoy caerán de cien a ciento cincuenta empleados más.
"¿Pero a tí te tocará?
"No caerá esa breva, amigo, echarán a los que no valen ni son productivos. ¡Camarero, otra cerveza!
Verás, formo parte de esta empresa casi desde que abrió hace ya quince años. Nunca he faltado al trabajo y siempre me he quedado cuando ha hecho falta, que no han sido pocas veces. Sólo una vez por aquel cólico nefrítico no vine a trabajar, pero sólo fueron dos días y eso que podía haberme tirado semanas.
Anda que no habré venido veces a sustituir a compañeros enfermos ni he respetado esos turnos fuera de la ley que marcan las doce horas preceptivas de descanso entre turno y turno, ¡qué va!
De madrugada y todo.
No soy nada conflictivo, nunca le he levantado la voz a nadie y siempre he aceptado de buen grado lo que mis superiores me pedían, por muy estúpido que fuera lo que pedían. En los últimos años que la empresa no ha respetado siquiera el convenio colectivo, no me han oído decir ni mú. No, eso no va conmigo. Yo a mi trabajo, siempre algo más de lo que me piden y a poner buena cara caiga la que caiga. Aparte de que soy muy bueno en lo mío, de lo cual estoy muy orgulloso. Me encanta servir a los demás. Es la mayor de las artes como dijo alguien de por ahí que sabe de esto. Mi jefe directo me ha felicitado en un montón de ocasiones, por no hablar de los clientes, como aquel que me invitó a su casa de Inglaterra a pasar las vacaciones. No acepté por supuesto, es mi trabajo y para eso me pagan, aunque hay que reconocer que esas cosas te enternecen el corazón. Además aquí saben que mi mujer no trabaja, que a la hipoteca aún le quedan unos cuantos años, y que la mayor acaba de empezar la universidad. Esas cosas han de tenerlas en cuenta, digo yo.
"Ya, pero ponte en el caso. Ya tienes cuarenta y ocho tacos.
"Pero por favor, si estoy como un roble. Salgo en bici dos veces por semana y por las noches ceno poquito. El tabaco me lo dejé hace diez años y a la Charo se la meto por lo menos cada tres o cuatro días. Súmale mi experencia y que aprendí a hablar inglés para este trabajo. Soy bueno con la informática, los números y todo el rollo de oficinas que no es nada fácil. Ya te digo que es imposible que me echen pero llegado el caso, aunque la cosa está un poco chunga ahora, yo creo que encontraría algo sin muchos problemas. Pero puestos a pensar, aquí hoteles hay poquitos y la mayoría son de temporada, pero aún así yo creo...
"He oído que como se pasen de la raya, algunos van a armar una buena, con barricadas y fuego y esas cosas que no se ven por aquí desde lo de los astilleros.
"Esos tiempos ya han pasado, aunque puedo entender que será una putada para muchos.
Espera un momento que me están llamando del trabajo. ¿Qué querrán a estas horas?
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