Matthew Herbert en concierto. Yo estuve allí, ¿usted se lo va a perder?

Él es un tipo cuyo cerebro no le cabe en el cráneo, lo pude constatar desde el anfiteatro en que disfruté del concierto, lo cual supongo es la razón por la que se mueve sobre el escenario como alguien en tratamiento con Haloperidol. No se dejen engañar por esto, es un iluminado del sonido y del ritmo, de esto último, insisto, sólo dentro de si mismo, para todos nosotros.
El swing de toda la vida, nada más y nada menos, sirvió a este vanguardista (vaya palabro) electrónico, y en sus entrevistas comprometido (otro palabro) artista (esto sí), para teletransportar a los más comunes asistentes hacia algunas de las dimensiones inexplicablemente aún ignotas por buena parte de la familia electrónica, a pesar de la militancia veterana del propio Herbert y de algún otro visionario sobre tan fértil terreno.
Dio comienzo el auténtico recital con una bofetada en la cara de más de un pusilánime espectador del lamentablemente no lleno Teatro Circo con un ejemplo vivificante del eclecticismo musical que la cabecita de Herbert es capaz de producir: dieciséis músicos, con una sección de viento muy mayoritaria, un director con batuta, el propio anteriormente también conocido como Dr Rockit (cual mítico y en su tiempo liberador tema de Herbie Hancock) dirigiendo a todos ellos a los mandos de sus artes de creación favoritas y la voz de una, enseguida volveré a ella, inmensa Eska Mtungwazi entonando "Breathe", supuso un removimiento benefactor de las columnas presentes petrificadas por tanto inmovilismo musical, tan conservador por repetitivo como dominante en todos nuestros días. Y esto se agradece. Huelga decir que la mitad del aforo acabó bailando hacia el final del concierto.
El opíparo banquete que supondría la voluminosidad del cuerpo de Eska, a todos los niveles muy semejante a Jocelyn Brown, para cualquier tribu Caribe no le resta atractivo, más bien los suma en estos flácidos tiempos, y fue el espectáculo casi mayor de todo el conjunto, y no lo fue al completo gracias a que quedó bien claro quién es quién en este concierto, a más tardar, cuando a Don Mateo le colocaron una capucha Guantánamo-style sobre su cabeza y aún desde esa oscuridad fue capaz de liderar a su buena banda.
Bueno, que esto me aburre, lo que quiero decir es que serían tontos si no aprovechan la oportunidad de ver este espectáculo si esta se les brinda en sus respectivas poblaciones ya que estas gentes están de gira por Iberia. A mí me costó lo visto lo que me hubieran costado tres copas en cualquier antro de hoy en día. A pesar de la puta crisis promovida por los banqueros, mantenida por los medios y sufrida en realidad sólo por los de siempre, no es mala inversión.
Próximas citas:
Balencia, sábado 8/11/ 2008 (Greenspace)
Ouportu, lunes 10/11/2008 (Casa da Música)
Chan Chebastián Tan, martes, 11/11/2008 (T. Victoria Eugenia)
Barchenoha, jueves, 13/11/2008 (Palau)
Bilbau, viernes, 14/11/2008 (Santana 27)
Cheech y Chong, sábado, 15/11/2008 (Laboral)
Madriz, domingo 16/11/2008 (La Riviera)