Respete y trátese humanamente al perro.
No se le dé nombres indignos tal que
Pérez Troika, Juanicola o Pepeperro.
El cánido es harto sensible a tales
epítetos que diría Belloc, Hilario.
Ningún animal que mueva el rabo
retornará mejor el cariño que un perro,
tu perro.
Y de paso miremos a ver si también a los pollos
se les puede mostrar un poquito más de cariño,
que pobres pollos...