15. La última noche en el parque

Pero los momentos transcurren y se vuelven más pesados e insoportables sin el rastro de Tía. Una nueva semana sin novedad de ella, y el calor de otro verano que ha llegado. Esto sumado a los recientes éxitos futbolísticos regionales y nacionales han, inverosímilmente para él, solapado el interés anteriormente mostrado por su situación, o incluso la suya propia, y ya todo son sólo fiestas allí afuera. Fiestas de fuegos y tracas, de abrazos fraternos y nuevos amores, de carnes quemadas y alegrías bachilleriles. Comienzan las noches de fiestas de espuma, noches en vela con velas y cócteles no precisamente de Molotov. Estudiantes y trabajadores cumplidos disfrutan del descanso del trabajo bien hecho o no. Pero para él no hay descanso posible, y eso que se pasa horas tumbado sobre el somier sin más quehaceres que jugar a las cartas o al balón en el patio. ¿Cómo descansar y relajarse aquí dentro? En sus momentos bajos llega a desear que toda esa gente que disfruta de su libertad tuviera que pasar sus vacaciones presa en su misma celda, chocando con los barrotes, mamparas y muros, que vieran realmente cómo es esto.
¿Qué sentirían? No sabe ya cómo aguantar esta tremenda carga, y se pierde en semejantes divagaciones injustas con todos, pero a veces es que no lo puede evitar, y queda bastante justificado además su sentir ante el conocedor objetivo de su desdicha. Se agarra únicamente ya a la ilusión de un posible permiso que pudiera recibir en julio. Su abogado lo ve factible pero tampoco quiere crearle falsas expectativas que pudieran hundirlo un poco más en ese pozo desde el cual en muchas ocasiones no se ve el cielo azul como salida, sino que se convierte en algo irreal o utópico, siendo benevolente, pero por definición, inalcanzable a un pobre diablo como él, sin más recursos que los de su familia que bastante esfuerzo hace ya. Y maldice su destino, fraguado ya desde el mismo momento en que nació, y su pobre condición.
En su fuero interno no obstante, no maldice su propia suerte en última instancia, sino únicamente su pertenencia a esta especie, que no por muchos años más seguirá sin estar en peligro de extinción, aunque bien sabe él que mal de muchos sólo es consuelo de tontos, pero no sin razón piensa: "coño, si a nadie le importo, qué me importa a mí nadie".

5 espiraciones

  1. Ánimo, Leo

  2. Leo del Mar Says:

    Gracias Sr Rabanal y recíprocamente reciba el mismo deseo. Intentaremos estar a la altura de las circunstancias. No queda otra y además es lo menos que uno puede hacer, aunque viendo lo de Ahmed ya nos suponemos por dónde irán los tiros de nuestros gobernantes, que son incapaces de deshacer los entuertos de nuestra justicia.

  3. mjromero Says:

    Oye, acabo de leer en el periódico que J.O. sale de Villabona hoy.
    ¿Es cierto?
    Ojalá, y si es cierto quiero dejar aquí mi enhorabuena para Jorge Ortiz

    la noticia:
    http://www.elcomerciodigital.com/aviles/20080626/local/gijon/gijones-encarcelado-error-judicial-200806262248.html.

  4. Leo del Mar Says:

    Alfaro, si no es por tí me hubiera enterado esta tarde, mañana o vete tú a saber cuándo. No esperaba novedades hasta julio.
    Muchísimas gracias por todo.
    Ya era hora coño. Espero que no quieran que Jorge les dé las gracias encima.
    Un abrazo muy fuerte.
    ¿Pero qué estoy diciendo?
    Un besazo enorme a esa ciudad sin nombre.

  5. mjromero Says:

    Si te pasas por El comercio-la voz de Avilés
    hoy han colgado un vídeo con una pequeña entrevista de Jorge...
    Gracias al insomnio...lo vi ayer, cuando te lo dije.
    Pues un besazo y otro pala otra mejilla.