Muchas manos éramos palpando,
la posterior puta del pueblo gritando
Corríamos a perseguir un gol
y vuelta la esquina la vimos
Locura colectiva instantánea,
inexplicable posesión infantil
A la voz de a por ella la cazamos
La tumbamos,
olvidado el balón,
la arrancamos de su flor añil
Y surgió la perenne apnea
La chaquetilla desmangada,
el vestido de bufanda,
las braguitas tobilladas
Tres sujetaron, rodillas clavadas,
dos manos, la dilataban,
y uno,
forjaba su mirada
Ella,
ya lo dije,
chillaba.
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"braguitas tobilladas", inmejorable, ja,ja.